21/11/10

Lo que necesitas

A lo largo de mi vida, y a partir de que tuve conciencia para darme cuenta, he necesitado pocas cosas pero tremendamente importantes.

Creo que gran parte se lo debo a la forma en la que me educaron cuando era pequeño. Mi tio abuelo me inculcó el Budismo, religión de la que aún me siento parte porque creo en ella y en mi, y mi familia nuclear que me inculcó el catolicismo del cual aprendí el respeto a la muerte.

Cuando tenía como 10 años mi abuela postiza era una señora muy devota del catolicismo y hasta era respetada en la colonia, es una especie de curandera y chamán moderna, ella acostumbraba llevarnos a los rosarios y a los velatorios de la gente que se moría en la colonia. No tengo idea de a cuántos cadáveres vi pero lo más impresionante no eran los cuerpos si no la tremenda tristeza de los que se quedaban implorando respuestas y soluciones. Eso pasaba entre semana que estaba con mi familia nuclear. Pero los fines de semana la gente encargada de cuidarme me enseñaba el budismo y me explicaba que la muerte no era el fin sino sólo una fase de la inmensidad de la vida.

Hoy sé que lo que necesito para vivir no está en mi pc, ni en mis bolsillos y mucho menos lo traigo puesto, mis necesidades son las ideas, las palabras, los cambios mentales, la perpetua duda y el pensamiento. Sí, es un concepto que no formulé cuando era pequeño pero que ahora lo comprendo mejor, pero cuando era niño algo de eso ya se notaba, no era de los que pedían muchos juguetes ni mucho dinero, a mi me gustaba y aún me gusta estar solo, así, acompañado conmigo mismo, ver el cielo, caminar, leer, y de vez en cuando platicar y hasta tener contacto social. Aún me gusta hacer esas cosas, pero le añado el escribir, escuchar, observar y estar con la Luna, la gatita que ha renunciado a gran parte de sus instintos para vivir en casa.

Trato de entender la vida, pero creo que de eso no se trata si no de vivirla.

7/11/10

Traigo 3 puntos suspensivos en la mano y sabré como usarlos.





El viernes pasado tuve un accidente en el trabajo gracias a que me absurda creencia de que no me pasará nada, pero pasó. Me corté con la tapa de una lata de alimentos (piña en almíbar) el pulgar izquierdo, no fue divertido, pero creo que afortunadamente me pude calmar y tomar decisiones rápidas y necesarias (levantar la mano, lavarme, y presionar un poco para parar el sangrado). Me llevaron al hospital, y yo tan tranquilo, sólo preocupado por que el sangrado no siguiera.

La doctora no estaba y eso que era un hospital privado, pero parece que en México los juramentos hipocráticos van después de pagar los impuestos, en fin, ahí andaba con mi mamá toda preocupada y la doctora entra toda tranquila para decir un: Por acá por favor.

Me agradó la silla con descansabrazos alto, me gustan los muebles de hospital, como que están chidos y duraderos.

Me quitó la gasa y ZAZ! Sangre mucha y ella ni se inmutó, hasta la abrió más para ver, y yo de chismoso viendo mi carne abierta mientras me desangraba. Me cae que soy re guapo por dentro, todo rojo. Tres o cuatro puntadas dijo la doctora que hasta el momento no me había saludado. Y cuando escuché el “tres puntadas” por mi mente pasaron tres puntitos suspensivos, tan maravillosos ellos y tan perfectos a la situación.

Me suturó, me dio la receta y se fue. Creo que tiene síndrome de prostituta, porque llegó hizo su trabajo, dijo la cuenta y sin despedirse se fue. Me agradó la doctorcita, porque al fin y al cabo yo no le iba a pagar por una plática ni un abrazo, sino porque me cerrara la herida por la que se me iba a salir el corazón como decía mi abuela postiza.

A veces lo feo no es la herida, si no la cicatrización. Al bañarme me di cuenta que la gasa que tenía contacto con la herida semi-cerrada tenía sangre cicatrizada con ella, además de que los sobrantes de los puntos se habían enredado con la tela de la misma. Ahora tenía una herida semi-cerrada con todo y el remedio que para ése entonces ya no servía. Sé paciente, me dije, si te arrancas la gasa la herida se abrirá de nuevo y quizá hasta se abra un punto, asté tranquilo y desate el nudo. Me tardé como 10 minutos en el asunto pero se pudo sin que saliera más herido. Como decía a veces la cicatrización es peor, ahora tengo un dedo que me duele más que cuando me lo corté, me estorba más que cuando era útil, y no lo puedo usar. Sé que así debe ser, pero…duele.

7 días con puntos suspensivos en la mano izquierda. Algún uso les debo de encontrar.

15/7/10

Dirigiendo y sin digerir no jala chido

Soy un soñador, puro, simple y que neta cree en que éste país puede ser uno chingón con un poco de esfuerzo de todos, o al menos de la mayoría si ésta está organizada, y quién mejor para hacerlo que yo mero (como buen narcisista que soy). Sí, me late la política pero la populista-realista (no sé si exista, pero por si no acá la inventé), la que hace que las mayorías estén mejor sólo si realmente conviene a la mayoría con todo y redundancia, por ejemplo: hacer puentes está chido, pero no si se hacen para zonas donde la población es menor, yo apoyo más al metrobús que además de que es para las masas es una excelente opción de transporte.

Sí, soy un pendejo que cree en las instituciones gubernamentales y hace algunas semanas entré a una a hacer mi "servicio social", no diré cuál es porque la neta no me quiero meter en más problemas con la mafia burócrata.

Pues ahí voy bien contentote a cambiar el país en 3 meses, y que me aceptan, y que les caigo bien a las de mi área que casualmente son todas mujeres y que tienen cara de buena onda, pero algo huele raro, hay un cierto olor a resistencia al cambio, pero me digo; Mñeh! Es normal, soy el nuevo y se les va a bajar.

Y se les baja a casi todas menos a una, a mi jefa, a mi jefa! No mamar! Problemas.

Después me empieza a dar trabajo, poco pero me lo pasa sin explicarme nada de nada y pa' colmo se enoja si le pregunto (chale ps ni que fuera experto, neta que no mame). Después me entero que su hija tiene poco que murió y que el practicante anterior le había caído muy bien y el anterior al anterior le cayó súper bien, así que éso me deja como el malo del cuento que no se podrá ganar ni la confianza ni la estima de su jefa (ni quería), pero lo único que me interesa es trabajar y aprender y ayudar a mejorar, generar cambio positivo pues, obvio no sin antes aprender. Pero acá voy, a errar, a cagarla como buen "chico nuevo" y que se encabrona y que me deja de pasar docs, me deja de hablar más de los necesario, ni me ve, me regaña apenas pido algo para leer aunque no tenga que ver con ella. Chale, yo no tuve la culpa de que su hija se muriera y tratar mal a la gente no la hará regresar de ninguna forma. Chale déjeme aprender que usted seguro también se ha equivocado. Chale apenas llevo una semana y ya quiere que haga todo perfecto., y pa' colmo me echa en cara que si pudiera me corría, pero que bueno que hay ciertas reglas que protegen a los de servicio social.

Yo soy de los que enfrenta las cosas, así en caliente, así al chile al chile, derechito al punto porque es trabajo y me vale madres tu vida personal, es trabajo y acá es diferente que en la vida rrial. Pero no todos son iguales, y no a todos se les puede hablar con tanta sinceridad porque creen que les hablas golpeado, y menos si son tus jefes y aparte son mafiosos de la política (pinche suerte), pero me valió madres y el resultado es que estoy aburridísimo, aprendiendo a perder 6 horas seguidas de mi vida en una oficina donde el chisme del día es si la jefa estará enojada y a quién y cómo le gritará, de que hay que sacarle copias a todo y que así es siempre aquí, hay que sacarle copias a todo para que conste, porque nosotros en el gobierno no confiamos en nosotros mismos, porque acá el que puede agarra y si yo no puedo pues nadie puede, y que mal pedo que la mafia en la política mexicana esté tan cabrona y sea todo en familias, en las mismas familias de hace años, que sólo se renuevan porque cogen y procrean entre ellos y uno que otro extranjero, y yo acá haciendo mi servicio social junto a ellos.

No mames.

Que feo es darte cuenta de que uno sólo no puede si no tiene algunos "amiguitos" con apellidos chidos, pero que chido es darte cuenta de que la planeación, organización, dirección,control (sí estudié administración) y la psicología bien hechas ayudarían un chingo a terminar con tanta pendejada.

Hace poco mencionaba en el Twitter que me encantaría que en las escuelas públicas dieran una clase de Inteligencia emocional, porque neta es necesaria, uno no puede andar aventando piedras a diestra y a chicos de servicio social.

Entiendo que la vida de todo ser humano es multilineal y que no se trunca cada que alguien entra y sale de un duelo, es continua y que chido, entiendo que mi jefa la esté pasando mal y por éso mero he sido condescendiente y hasta educado y respetuoso soy (no hablo del tema), no por miedo a que me vaya a cancelar mi servicio si no porque no me gustaría que el cambio que genere sea negativo, ésa no es mi onda, pero algunas veces te toca estar con gente bien chida y que te cambia la vida para bien y otras con gente que la está pasando mal y que te cambia la vida según te hayas tomado la experiencia.

Yo decidí relajarme, pensar en lo grave de las acciones que una persona puede tomar si no tiene inteligencia emocional y si además ejerce un puesto directivo. Dirigir gente sin digerir la vida es una mala mezcla causante de pésimas decisiones como matanzas estudiantiles o tenencias por una emoción mal administrada.

Yo opino que hay que darse tiempo para las cosas, si se te muere alguien que querías pues llórale, chíllale, entierrale y chíllale más y pide haber sido tu, y si te dan un mejor salario por menos trabajo emociónate, grita, abraza y despilfarra el primer mes, pero neta, date tiempo de disfrutar cada parte para luego seguir con tu vida, que quisá sepa a una nueva vida pero nel, es la misma con o sin algo según lo quieras ver. Pero neta date tiempo y no te chingues a alguien en el camino y menos a una persona de servicio social.


26/5/10

Nunca más




Hace más de un mes cumplí otra vuelta al sol, no diré que fué fácil, la verdad es que ha sido bastante complicada, compleja, difícil y maravillosa. Terminaron mis mejores 22 años y se dió paso a mis mejores 23 que pintan perfectos con todo y sus baches que le dan sabor a todo.

Abril fue un mes muy emotivo, toqué más manos en 15 días de las que había tocado en 2 meses completos. Pero el climax vino un día de abril en el que tenía un regalo fechado, uno muy especial de una persona muy especial en mi vida, con la que hice un trato de vida. Llegar a viejos juntos y no cometer suicidio, llegar a viejos.

Hay días en los que sinceramente me siento suicida y no hago más que pensar en las 4P's de mercadotecnia pero aplicadas a la situación: Precio: Cuánto cuesta morir antes y después del suceso. Plaza:Dónde?, en casa, en la calle, en un edificio, en la latino...Promoción: Aviso, doy alertas de que me quiero morir o sólo dejo una cartita o nada, así que se queden con sus dudas de mis decisiones. Producto: Yo, no hay duda. Pero luego me acuerdo del trato y de que ambos lo hemos cumplido cabalmente y de que neta vale la pena llegar a viejito con ella.

Vivir es complejo, muy complejo y definir la vida es algo muy tonto que sólo pretendo en tuiter en tono de burla-broma-choro. Vivir mi propia muerte no es algo imposible, sé que suena imposible vivir la muerte de alguien más pero lo hacemos a cada rato gracias al súper poder de la empatía que nos hace tan humanos o inhumanos si padecemos de su ausencia. Verbi gratia si un familiar querido se muere o si una persona querida se muere o si un animal o cosa se muere de alguna forma (y con muerte no me refiero solamente a que dejé de vivir sino que se muera en nuestras vidas, en nuestras perspectivas), porque la muerte realmente significa: Nunca más. Así que desde éste punto vivimos muchas muertes a lo largo de nuestra vida, vivimos muchos "Nunca más" que no son de nosotros que son de otros que o lo decidieron o ya había terminado su ciclo en ésta vida, en nuestras vidas.

He vivido muertes muchas, quizá demasiadas y estoy seguro de que son más de las que hubiera querido, algunas muertes me eran tan ajenas que me parecía invasivo llorar por contagio en los velorios, otras (pocas muy pocas) tan personales tan eternas y perennes que el acto de llorar se ha extendido hasta mi ropa y mi personalidad. En mi hay tantas muertes que me dan vida.

El regalo fue un taller llamado Viviendo mi propia muerte. Difícil, cualquiera vive la muerte de alguien, es relativamente fácil, es como leer un libro y que sientas feo por lo que sucede, pero sabes que cerrando el libro sigues sentado en tu sillón o recostado en la cama, vivir la muerte de un otro como si fuese mía a veces me parece un lujo de una mente ociosa, pero que sin duda alguna revitaliza después de haber vivido un duelo tan propio como ajeno.

El taller lo dió un viejito de barbas largas y blancas, un cliché de gurú. Comenzó dado advertencias y haciendo preguntas médicas a los asistentes, era como leer un anuncio de un juego mecánico donde las personas más bajitas no entran, pero aquí las restricciones no eran por altura, eran cuestiones médicas específicas como: haber vivido depresiones fuertes, algún tipo de patología severa (creo, no recuerdo bien), medicamentos tomados, marcapasos entre otras cosas que ya no recuerdo. Luego hicimos un raport (actividad para "romper el hielo") donde me sentí más manoseado que en toda mi vida, nunca me habían tocado tantas personas en tan poco tiempo y con mi permiso, ésta fue una de las partes más difíciles donde casi me salgo, porque en verdad me incomoda mucho el contácto humano, mucho casi demasiado. Lo superé me concentré en que yo estaba ahí para otra cosa y que tenía un objetivo más allá de sólo asistir, tenía que terminar y aprender. Otra parte simulaba un hospital donde teníamos que primero escribir en una hoja las cosas más relevantes de nuestra vida, las bonitas y las feas, luego escoger un momento y describirlos y luego escoger a nuestra persona más importante en el mundo, y ésta estaba hospitalizada, mi análisis me decía que iba a morir y en efecto moría (al menos en el taller) y tenías que despedirte, así nomás, despedirte porque se moría, si querías decir algo pues lo decías si no pues no. Lo único que dije fue GRACIAS.

Después pasábamos al velorio donde éramos nosotros los velados, se escuchaba gente llorar, perros ladrarle a la muerte y al miedo de los asistentes a morir, muy ambientado todo, hasta se sentía la melancolía y tristeza mezclarse, cabe señalar que teníamos los ojos vendados.

Siguiente paso el entierro, nos cubrieron con una tela pesada y nos aventaron "tierra", en realidad nos estaban enterrando, tengo que mencionar que ya estaba más tranquilo porque básicamente ya nadie me estaba tocando, pero el vivir tu entierro es...intranquilo, desconcertante, es...la muerte. Me di cuenta que morir es algo personal, pero que las personas que te rodean son las que realmente te dan por muerto, es el entorno el que se muere y no yo. Soy budista y creo que hay vida siempre la habrá de alguna u otra forma, pero la habrá, y aquí me di cuenta que si no hubiera habido gente llorando y el entorno flemático. no habría vivido ningún tipo de muerte.

Después viene la fiesta, el arguende entre todos los que revivimos, mucha música que bailamos (me obligaron a bailar, sepan que no sé bailar es como mi súper poder y se activa con la gente y la música) y confirmé nuevamente que no tengo ni puta idea de cómo bailar nada que no sea brincoteando. Me dio mucha vergüenza con mi compañera que sí sabía bailar, no sé si lo hacía bien o mal pero sí muchísimo mejor que yo. Pobre de ella que le tocó bailar conmigo.

Lágrimas hubo muchas, un chingo, neta parecía un funeral, neta todos nos la creímos. Yo también lloré no tanto como sé que lloraría en un funeral, pero así soy yo, no me creo todo del entorno.

Qué aprendí? Pues un ben de cosas, digamos que aquél trato de vida ya no es tan complejo de cumplir, es más sencillo vivir que morirse a cada rato, lo difícil es sentirse pleno y feliz, encontrar algo más allá de la simple vida para vivir. Vivir es un derecho no una obligación, así dice mi bandera porque para mi vivir no es trabajar ni ganar un chingo de dinero, ni viajar por el mundo ni estudiar una carrera ni tener amigos ni un chingo de cosas, para mi vivir es el viento, elevarse a cada momento y aterrizar a tomar más vuelo, vivir es recordar lo bueno y lo malo, nunca olvidar, éso sí es la muerte.

"A lo lejos escuchó la palabra muerto. Allí comenzaría algo terrible. Le llavaría años comprenderlo y se condensaba en dos palabras: nunca más. Nunca más le tomaría la mano desde las alturas para darle seguridad infinita. Nunca más lo abrazaría con fuerza para elevarlo a los cielos. Nunca más vería la risa de aquellos dientes ennegrecidos pero plenos. Nunca más lo rasparía con su barba en plan de juego. Nunca más podría un festejo ser pleno. Nunca más encontraría ése cariño. Nunca más la vida sería lo mismo" Canon by Federico Reyes Heroles

Ése taller cambió mi vida en muchos aspectos, dos de ellos son Uno: He vivido tantas muertes que vivir la mia me parece algo natural, es una aceptación de que me pasará inevitablemente y aún si pudiera evitarlo no lo haría, vivir es maravilloso porque es finito porque todo tiene su tiempo y porque quiero vivir más vidas que ésta. Dos: Siempre habrá algo para qué vivir, a veces es un contrato, a veces es la vida misma, a veces es por otras personas, pero yo sinceramente viviré hasta que se me pegue la gana.

Vivir es un derecho no una obligación



19/5/10

La historia del colibrí




Jesús era un chaval muy habilidoso haciendo pajaritas de papel. Había llegado a tal perfección que cuando les pintaba las plumas con vivos colores, dibujaba los ojillos y ponía el pico de color amarillo parecían pajaritas de verdad.

Aprovechaba toda clase de papeles para hacerlas: si una cartulina, le salía una pajarita enorme que más bien parecía una garza; de un folio sacaba una paloma; de las hojas de su libreta salían gorriones y así sucesivamente; incluso las hacía minúsculas aprovechando los sellos de correos...

Sobre su mesa siempre había alguna pajarita revoloteando y montones de hojas de revistas viejas.

Un día de diciembre que la gripe le impidió ir a la escuela y tuvo que guardar cama, Jesús se dedicó a hacer pajaritas con todos los papeles sueltos que encontró por casa, y construyó una bandada enorme en las que se podían leer titulares de periódicos, anuncios de detergentes, facturas del teléfono, folios usados con problemas de mates, propaganda varia, etc. Cuando tuvo la mesa llena, el niño miró aquel montón de papel plegado con ojos febriles abrió la ventana y les dijo: «¡Hala, a volar!»

Parecerá mentira lo que os voy a decir, pero aquellos trozos de papel empezaron a moverse, a batir alas y poco a poco fueron saliendo en desbandada hacia el cielo azul. En pocos segundos la mesa quedó limpia de pajaritas; Jesús se llevó las manos a la cabeza y muy asustado se dijo: «¡Puedo hacer pájaros de verdad!»

Como no se encontraba muy bien, pensó que aquello era por culpa de la fiebre, porque él no se creía capaz de hacer milagros...; se metió en la cama y trató de dormir un poco. Nada más cerrar los ojos sintió un levísimo aleteo sobre su cabeza: la más pequeña de las pajaritas creada con el prospecto de las aspirinas había vuelto a la habitación. Jesús se despertó sobresaltado.

—¿Qué haces tú aquí? —le preguntó como si ella pudiera entenderle—. ¿Por qué no vas con las demás?

La pajarita se posó sobre la mesa y le respondió con una voz dulcísima:

—Me has hecho tan pequeña que no puedo volar...

La pajarita tenía razón: sus alas eran tan cortas que no le permitían volar durante mucho tiempo. Jesús se quedó pensativo y al cabo de un rato le dijo:

—Es cierto, pero tengo la solución: si mueves las alas muy deprisa podrás volar como las demás...

La pajarita se lanzó al aire, aleteó con una velocidad extraordinaria y comprobó que, efectivamente, podía moverse igual que el resto de los pájaros.

—¡Gracias! —le dijo ella; dio media vuelta y salió por la ventana.

Jesús se quedó sorprendido por el descubrimiento: «Esto sí que es maravilloso: además de volar, mis pajaritas hablan...», y se volvió a la cama un poco preocupado porque empezó a pensar que a lo mejor podría crear animales como si fuera Dios...

Cerró los ojos y cuando estaba a punto de dormirse por segunda vez, volvió a sentir el zumbido en la habitación: era la pajarita de las aspirinas que andaba dando vueltas como un abejorro.

—¿Y ahora qué te pasa? —le dijo un poco enfadado el niño Jesús.

La pajarita se quedó flotando en el aire con un aleteo muy vivo:

—¡Que soy muy fea!

Iba a responderle que no dijera tonterías, que ella no era fea; pero al ver su plumaje gris lleno de letras y esas mayúsculas que le cruzaban las alas de lado a lado el niño Jesús comprendió que aquello más bien parecía un disfraz de Carnaval que un vestido de pájaro.

—Está bien, ¿y cómo quieres que te pinte?

—Como una mariposa —le dijo, coqueta.

Jesús tomó los rotuladores y se dedicó a colorear a aquella pajarita de papel que hasta ahora no tenía más que tinta negra y letras por el cuerpo. La cabeza y el cuello se los pintó de un rojo intenso; el pecho, blanco con unas manchitas azules; las plumas de las alas de un verde chillón y en el rabo le puso el arco iris. Ahora estaba preciosa. Cuando hubo acabado le preguntó:

—¿Te gusta?

La pajarita desplegó la cola, extendió las alas y le dijo:

—¡Perfecto! —Dio una vuelta de exhibición por el cuarto y al salir le repitió—: ¡Muchas gracias! ¡Adiós!

El niño Jesús pensó que ahora ya podía dormir tranquilamente hasta que volviera María, su madre, y se metió en la cama.

Su madre, que había salido a comprar, le tenía dicho: «Descansa y no cojas frío para que mañana puedas ir al cole», pero no le estaba obedeciendo porque seguía con la ventana abierta. Se acurrucó contra la almohada y ya empezaba a soñar cuando...

—¡Que no puedo comer! —oyó a la pajarita que le llamaba—: ¡Jesús, despierta, que no puedo comer!

El niño abrió los ojos contrariado:

—¿Otra vez? A ver: ¿qué tripa se te ha roto?

—Que con este piquito tan pequeño que me has hecho no puedo comer los granos como hacen mis hermanos los pájaros.

Jesús la observó detenidamente y comprobó que de nuevo tenía razón: el pico que le había hecho no le servía para nada, era demasiado pequeño; no ocupaba ni media “A” de “ASPIRINA”; eso tenía que arreglárselo.

—Está bien. ¿Cómo lo quieres?

—Como el de las mariposas.

Y Jesús empezó a trabajar para hacerle un pico fino y largo, con una lengua fina y larga como tienen las mariposas. Cuando hubo acabado, le preguntó la pajarita:

—¿Y ahora qué comeré?

—Pues lo mismo que ellas: el néctar de las flores.

—¡Ah, claro! —y se fue volando, esta vez definitivamente.

Volvió a la cama y enseguida Jesús empezó a soñar con que estaba en el país de los pájaros, que hablaba y se entendía con ellos, que volaba...; estaba posado en la rama de un magnolio cuando se le acercó otro pajarito y le dijo:

—Jesús, ¿no me conoces? Recuerda: soy el que tiene las alas más veloces del mundo, un pico para beber néctar y los colores más maravillosos del universo...

—¡Claro que sí! —respondió él—: tú eres la pajarita que hice con el papel de las aspirinas. ¿Cómo te llamas?

El pajarito se quedó mudo: «¡Anda, resulta que yo no tengo nombre!», pensó.

—¡No sé cómo me llamo!

El niño Jesús comprendió que debía bautizarlo rápidamente. Se puso a pensar y encontró un nombre que le sonaba distinto a todos los que ya existían en el reino animal:

—Te llamarás COLIBRÍ —le dijo—, el pájaro que se parece a las mariposas, ¿te gusta?

—!Mucho!

Y desde entonces estos pájaros existen en el mundo.


© Pedro Sanz

12/5/10

Nacemos, crecemos y morimos, no siempre en ése orden


Hay algo muy divertido (al menos para mi es divertido) que pasa en las relaciones de pareja y hasta en las grandes amistades, es que siembran y hasta cosechan nombres en lenguas ajenas, integran sabores eliminan los sinsabores, comienzan a armar castillos de realidades alternas donde todo es bello y no tiene porqué dejar de serlo. La jerga es de quien la trabaja y pues no es error que cada que alguien se enamora nuevamente de un otr@ salga a relucir el nombre de aquella persona que habita en un castillo del pasado.

Es como mudarnos de casa, pero en la nueva seguir buscando el refrigerador en el lugar de antes, esperar a los pajaritos mañaneros y descubrir que ahora son perros los que tiene el vecino. No es cosa fácil cambiar de jerga y tampoco construir una nueva, hay que ser bastante considerado con crear una nueva rutina porque es claro que la anterior ya no existe, se dice que en necesario 3 meses completos para continuar de forma distinta, y la verdad no es nada comparado con quizá los 6 meses que un otr@ de sembrar y cosechar, de nacer y crecer, de inyectar su nombre en nuestras lenguas.

¡Oh! Benditas rutinas que salvan la vida y ayudan a la continuidad del universo y ¡oh! Benditas fugas, aquellas que nos dan un respiro de lo cotidiano, que nos permite admirar la poesía de las cosas que siempre están ahí pero que no notamos por ser cosa de todos los días. No estoy seguro de que deba haber un equilibrio, ni si quiera de que lo haya, es que si lo hubiera simplemente las cosas en el mundo serían muy distintas, por ejemplo las cosechas se irían con las temporadas, pero no se van, tardan mucho en secarse y morir para dar cabida a aquellas nuevas siembras.

No tengo la fórmula para desaparecer rápidamente, ni siquiera para que sea oportuno pues, los nombres sembrados de aquellas personas que se quedaron en castillos pasados y que algunos veces no están conectados con castillos futuros, pero se que no es cuestión de tiempo, es cuestión de aprender de querer continuar, de cerrar círculos y por supuesto de querer hacerlo.

Como el título lo dice: Nacer,crecer y Morir no es lineal no es una materia seriada que tenemos que pasar, es algo que nos pasa a cada rato, de alguna forma pero pasa; es la rutina de la vida, tan impredecible como nuestras fugas.

17/4/10

Adios a mis mejores 22, BIENVENIDOS SEAN MIS MEJORES 23




Mis amores no se quedaron atrás y mi cumpleaños me celebraron, por supuesto no juntos porque son celosos y machistas y pues no aceptan bien la poligamia, aún cuando les avisé que yo soy, tal parece que disfrutan que les dedique tiempo a cada uno por separado.

Cada uno hizo algo para mi que inevitablemente está ligado a lo que aman hacer y lo que mejor les sale, porque a Benedetti le gusta patinar pero sus rodillas ya no dan para más, de los demás no les digo porque es privado y me prevengo por si encuentra mi bló y descubren que es mio y que yo escribo en él, así que shhh con lo que revelaré.

Benedetti mi amado Benedetti, mi esposo, mio mio mio, me dio para mi solito un poema, largo, descriptivo, felíz, amado, aquí transcribo:


Como Siempre

Aunque hoy cumplas
doscientos setenta y seis meses
la matusalénica edad no se te nota cuando
en el instante en que vencen los crueles
entrás a averiguar la alegría del mundo
y mucho menos todavía se te nota
cuando volás gaviotamente sobre las fobias
o desarbolás los nudosos rencores

buena edad para cambiar estatutos y horóscopos
para que tu manantial mane amor sin miseria
para que te enfrentes al espejo que exige
y pienses que estás lindo
y estés lindo

casi no vale la pena desearte júbilos y lealtades
ya que te van a rodear como ángeles o veleros

es obvio y comprensible
que las manzanas y los jazmines
y los cuidadores de autos y los ciclistas
y las hijas de los villeros
y los cachorros extraviados
y los bichitos de san antonio
y las cajas de fósforo
te consideren una de los suyos

de modo que desearte un feliz cumpleaños
podría ser tan injusto con tus felices
cumpledías
acordate de esta ley de tu vida
si hace algún tiempo fuiste desgraciado
eso también ayuda a que hoy se afirme
tu bienaventuranza

de todos modos para vos no es novedad
que el mundo
y yo
te queremos de veras
pero yo siempre un poquito más que el mundo



Uy no pudé hacer más que amarlo más, emocionarme, sonreirle, abrazarlo, y cogerlo, entregarnos mutuamente.

Sabines, mi amigo y acompañante de muerte, de morirnos a cada rato, no nos amamos es verdad, pero somos felices juntos y sé que no imaginamos nuestro mundo sin un nosotros ni hoy ni antes, tenemos una no-conciencia del pasado inagotable, entre nosotros no hay tiempo que no se doble ni luz que ciegue. Sabines mi amado novio. Con él pasé la tarde platicando, escuchándolo, mimándonos, fumando pipa y un puro chiapaneco que me regaló, me regaló su tiempo, su lengua, su oido y un trozo de su vida.

Cortazar, que aún me acompaña ahorita, dice que quiere amanecer conmigo y que no me dejará escribir nada hasta mañana, pero ahora está cocinando así que escribo mi entras me explica desde la cocina su regalo con un cuento, es algo sobre un reloj de cuerda.

Me regaló un no-regalo, no me dio algo de lo que seguramante me convertiría en su esclavo, me explica que si me hubiera dado un reloj de cuerda de esos que nunca he visto ni tocado hubiera perdido un mucho de libertad, que al principio lo adoraría, lo miraría a cada rato para medir mi vida en tiempo y espacio definido por áquel artefacto, que después sería esclavo de darle cuerda, de no perderlo, de cuidarlo que nadie me lo robara, que viviría para mantenerlo con su TIC-TAC inmutable y falsamente preciso. Amo que no me haya hecho menos libre.

Amo a todos y a cada uno, es imposible no amarlos ni dejarme amar por ellos, somos juntos, somos un universo que ahora le dio la vuelta al sol, una más, y vamos por otra de la que no espero ni más ni menos que lo bello de cada momento de tan bella vida.

Ahora me despido de mi mejores 22 para darle la bienvenida a mis mejores 23, me despido de lo chido, sí lo chido aunque no te guste la palabra Sabines a mi me gusta mucho :P, y también de lo triste y lo feo de lo que aprendí mucho y que como dice Benedetti: de mi desgracia vendrá mis bienaventuranza.

Gracias vida nada me debes, gracias vida estamos en paz, pero ni creas que me voy a quedar quieto éste año eh!.



31/3/10

Yo no sé ustedes pero procuro estar borracho todo el tiempo

Hay que estar ebrio siempre. Todo reside en eso: ésta es la única cuestión. Para no sentir el horrible peso del Tiempo que nos rompe las espaldas y nos hace inclinar hacia la tierra, hay que embriagarse sin descanso.

Pero, ¿de qué? De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca. Pero embriáguense.

Y si a veces, sobre las gradas de un palacio, sobre la verde hierba de una zanja, en la soledad huraña de su cuarto, la ebriedad ya atenuada o desaparecida ustedes se despiertan pregunten al viento, a la ola, a la estrella, al pájaro, al reloj, a todo lo que huye, a todo lo que gime, a todo lo que rueda, a todo lo que canta, a todo lo que habla, pregúntenle qué hora es; y el viento, la ola, la estrella, el pájaro, el reloj, contestarán:
“¡Es hora de embriagarse!
Para no ser los esclavos martirizados del Tiempo,
¡embriáguense, embriáguense sin cesar!
De vino, de poesía o de virtud, como mejor les parezca
.


Charles Baudelaire

Otra razón pa cambiar el mundo

Jorge Ibargüengoitia
(Guanajuato, México, 1928 - Madrid, 1983)


Malos Hábitos
Levantarse temprano


El viernes pasado encontré en Revista de Revistas un artículo escrito por mi buen amigo Loubet que es una especie de oda a los que se levantan temprano. Además de bien escrito está bien ilustrado. Allí aparecen los panaderos, los lecheros, los barrenderos, los que van a hacer ejercicio en Chapultepec, los niños que piden aventón para llegar a clase de siete, etcétera.
Esta lectura, unida a la circunstancia de que hoy tuve que levantarme a las cinco de la mañana, me han hecho recapacitar y llegar a la conclusión de que francamente, levantarse temprano no sólo es muy desagradable, sino completamente idiota.
Ahora comprendo que los últimos veinte anos los he pasado en un mundo dado a la molicie.
—Paso por ti cuando reviente el alba. Es decir, a las nueve y media de la mañana —dicen mis amigos.
Pues sí, un mundo dado a la molicie del que no pienso salir.
Los efectos de madrugar son de muchas índoles, pero todos ellos corrosivos de la personalidad. Hay quien se levanta temprano a fuerzas, se para frente al espejo a bostezar y a arreglarse el cabello y la cara con el objeto de dar la impresión de que se lavó. Este intento generalmente es patético. Si alcanza lugar sentado en el camión que lo lleva al trabajo se duerme sobre el hombro del vecino, desayuna en la esquina del lugar donde trabaja unos tamales, o bien dos huevos crudos metidos en jugo de naranja -que es una mezcla que produce cáncer en el intestino delgado- pasa la mañana sintiéndose infeliz, trabajando un poquito y quitándose las lagañas; se va de bruces en el camión de regreso, a las seis de la tarde.
Los que se levantan temprano a fuerzas constituyen un grupo social de descontentos, en donde se gestarían revoluciones si sus miembros no tuvieran la tendencia a quedarse dormidos con cualquier pretexto y en cualquier postura. En vez de revolucionar, gruñen y dicen que el destino les hizo trampa.
Los que madrugan por gusto son peores.
—Yo siento que la cama materialmente me avienta a las cinco de la mañana.
—Mal veo despuntar el sol, brinco de la cama, abro la ventana y pregunto “¿solecito, solecito, qué quieres de mí hoy?”
—Cuando me estoy rasurando oigo el canto del primer jilguero, después, un regaderazo con agua helada, me seco con una toalla especial de ixtle para que me abra el poro, y por último mi té de boldo. Quedo como nuevo.
Esta clase de gente tiene la costumbre de salir a la calle de noche y caminar con paso vivaz por el centro del asfalto —le temen a la banqueta, porque creen que hay gente agazapada en los zaguanes, lista para asaltarlos; no se dan cuenta de que los asaltantes están dormidos a esa hora— dejan a su paso una estela de agua de Colonia o talco desodorante que queda flotando en el ambiente hasta que pasa el primer autobús. Van a misa de cinco, a la Adoración Nocturna, a hacer ejercicio, a pasear un perro desmañanado, o, peor todavía, a despertar al velador del edificio para que les abra el despacho.
Son por lo general, gente de dinero y creen que la fortuna que tienen se las concedió Dios nomás por el gusto que le da verlos levantarse temprano. Aconsejan esta práctica saludable a todo el que encuentran -en realidad no tienen otro tema de conversación, inventarían refranes si pudieran, como no pueden, repiten el consabido de “al que madruga, Dios le ayuda”, que es una afirmación que carece de fundamento histórico.
Esta clase de personajes también tiene la tendencia a obligar niños a que les piquen la panza con el dedo.
—Mira niño, es como de fierro. Aprende: estoy así porque me levanto temprano. Tengo sesenta años y mírame.
Llegan a los sesenta como jóvenes, dando brinquitos y mueren de sesenta y uno, víctimas de una trombosis cuádruple.
Los que inventaron que es bueno levantarse temprano son los que determinaron que los turnos de trabajo cambien rayando el sol, que los fusilamientos de lleven a cabo al amanecer, que se reparta la leche al alba, que no se permita la entrada de carga después de las siete de la mañana, etcétera. En resumen son los únicos responsables de que la ciudad empiece a funcionar a una hora de la que nada bueno puede esperarse. (18-vii-72)

Publicado en Instrucciones para vivir en México, compilado por Guillermo Sheridan. México: Editorial Joaquín Mortiz, 1990.

4/3/10

Gracias

GRACIAS

En serio gracias a todos, inclusive a ti querido lector que seguramente permaneceremos anónimos toda nuestra vida, pero gracias por pasar y leer, porque gracias a ti soy una parte de mi.

Hoy mi vida es diferente, es continuar y disfrutar en su totalidad de la vida si importar si ésta será corta o larga, "confiezo que he vivido" y que me ha tocado aprender a chingadazos.

Gracias a todas las personas con las que me he dado y me han dado la oportunidad de compartir un trozo de nuestras vidas, largo o corto, estoy seguro que algo pasó que condujo mi vida a la felicidad de la que disfruto hoy.

He de aceptar que no es una felicidad que viene de la esperanza o de la saciedad material o económica, es sólo una plenitud espiritual, así de simple que me costó más de 20 años lograr, estoy en la cima sabiéndo que habrá que bajar de vez en cuando para volver a subir quizá, pero disfrutar de cada momento, siento una felicidad que viene de la conciencia y de la paciencia.



Gracias Vida...AMIGOS nada me deben vida estamos en paz

11/2/10

Gula que alimenta el espíritu




Ya pasó El 14, mi cumpleaños y sobreviví, y si no pos’ funcionó el programar éste post que será lindo leer como una sorpresa de mi para mi y para usted.

Cuando era pequeño era super políticamente correcto, no cabía en mi el defecto mas que el físico inadecuado a ésa y ésta época, pero por todo lo demás chido-liro.

Bueno me quedé en cuando era pequeño… pues todo bien, ya saben me obligaban a hacer cosas que detestaba desde el alma para satisfacer a mi pequeña hermana, y lo entiendo quizá yo hubiera hecho lo mismo para estandarizar a mis hijos, pero tómala no funcionó, ahora soy un disidente de corazón que detesta un chigaderomadral de más cosas que cuando era pequeño. Una de ellas es subirme a los juegos mecánicos que no aceleren mi corazón y la mas relevante son los cumpleaños, al menos el festejo clásico del pastelito y los invitados gorrones y que de repente te quieren más ése día.

Estoy de acuerdo en que es un día especial, de eso no hay duda, porque a ver digánme quién chingados tiene más de UN CUMPLEAÑOS AL AÑO nadie, al menos no honestamente. Pues bien, detesto ésos festejos, aunque no puedo evitar sentir bonito cuando me invitan a uno…….

….Oigan acabo de recordar que bueno sé que se leerá muy triste pero neta que de pequeño no recuerdo haber ido a una fiesta de cumpleaños de…algún compañero de la primaria o kínder, ya ven que en la secu pus a las que se va son cogifagifiestaspedas y no pastel-gorritos-velas-leche fría…pero neta, lo recordé hace algunos días y le pregunté a mi madre (que la hace de memoria externa porque hay un chingo de cosas que extrañamente no recuerdo de mi niñez y a veces agradezco haber olvidado aunque no sé de qué todavía) y pues ella no me contradijo, resulta que en verdad o no hacían fiestecillas o no me invitaban… no sé qué pensar, antes era un niño más chidobuenaonda por más tiempo de lo que soy ahora (según yo) y resulta que ahora hasta me sacan a pasear algunas niñas de vez en cuando, en fin yo no podría decir: extraño las fiestas de primaria, porque no las viví.

En fin, dado que detesto aquellos festejos y que me incomodan de sobremanera decidí hacer pública mi molestia y hace años que no me festejan, además de que he creado una GRAN BARRERA para evitar que suceda de alguna forma: Si alguien me pregunta sobre la fecha de mi cumpleaños simplemente contesto que es el día que falleció Sor Juana Inés de la Cruz. Y es verdad nací ése día, no del mismo año obviamente pero como que me siento menos idiota cuando lo digo. Quizá me case cuando encuentre a una señorita que sepa el dato inmediatamente, no sé si con la señorita mencionada pero podría empezar la búsqueda. Dada la gran barrera hay muy pocas personas que se dan a la tarea de buscar el dato y que lo recuerdan por lo que recibir un abrazo con motivo de mi cumpleaños en mi cumpleaños se ha vuelto algo casi nulo de no ser por mi familia que religiosamente lo recuerdan y que inmensamente lo aprecio.

Mi familia ya está al tanto de mi molestia por lo que me dejan hacer lo que se me pega la gana sin molestarme mas que unos 5 minutos tal vez menos. Usualmente nos regalamos entre nosotros un pastelito barato de tiendita de la esquina, porque han de saber que pues somos reposteros y ya estamos hasta la madre de las porquerías que venden y las delicias que hacemos pues ya nos hartaron, así que insertamos unos cerrillos en el pastelito y cada quien canta con mucho sentimiento las clásicas Mañanitas y en la mañana como debe de ser o a las 1201hrs si Morfeo no ha llegado por el festejado. El año pasado cuando cumplí 22 (mis mejores22 añitos) y mi familia me festejó de la forma que ya he mencionado, pero ahora cambió algo, un primo (que es mi preferido) también me festejó, y según me contaron después, él tenía la intención de comprarme algo de regalo, pero mi dulce hermana le dijo que también detesto los regalos comprados (igual los acepto pero pss me gusta que se esfuercen) y que sólo acepto con gran alegría los hechos a mano y en el que haya participado de alguna forma el “regalador”(no soy tan mamón como para pedir imposibles), en fin él no sabía qué regalarme y además sólo tenía $7 en la bolsa y estaba dispuesto a gastarlos en algo para mi, ése fue mi regalo un abrazo más valioso que algo de $7 mugrosos pesos en proceso de devaluación, y los abrazos de mi madre y hermana, las mejores mujeres de mi vida. También me dio un abrazo mi tia, la única que quiero y una servilleta que dice: Te quiero mucho aunque a veces me hagas enojar.

Recordaré aquel cumpleaños hasta que mi memoria me lo permita, porque fue muy especial.

En aquél entonces afuera de la escuela había un local donde se vendían en saladas, las mejores ensaladas del rumbo y el lugar lo atendía el propietario, una persona bastante atípica en ése tumulto de cocineros grasosos y comida asquerosa para omnívoros. Él se llama Luis Mario, y es productor de teatro y ahora trabaja en CONACULTA, me da gusto por él, eso de vender a estómagos disidentes aún es muy radical para que obtengas ganancias mayores a las recibidas por las que da el gobierno, mucha suerte para él. El local se llamaba Las Ensaladas y su slogan era Gula que alimenta el espíritu, recuerdo el dato perfectamente porque aquello lo llevo en un “pepcilindro” que me regaló (posupuesto no es un pepcilindro de Pepsi, pero cómo se les llama propiamente a ésas cosas). Mi cumpleaños lo había planeado, aquel día no tenía clases pero iba sólo a firmar un acta a las 700hrs y porque quería ir al cine con unas amigas (por alguna extraña razón todas me cancelaron el mero día ya que estaba ahí), de la firma salí a las 715hrs y me fui derechito a Las Ensaladas a platicar con el buen Luis Mario que ya se había convertido en nuestro cuatísimo letrado de nuestro grupo nerd-geek-alternativo-disidente; Platiqué largo y tendido con él, hasta que llegaron unas niñas preparatorianas a acompañarnos y a desayunar ensaladas. Aquellas niñas eran chistosas eran como Tweedle dee y Tweedle dum (gorditas, simáticas, con onda, chistosas y nada inhibidas). La plática se complementó con ellas, y llegamos a un punto en el que ellas mencionaron algo sucedido hace algunos días en el local (no estoy seguro de que todo lo siguiente pasó tal cual, pero algo de verdad debe de tener), uno de sus amigos había cumplido años, pero no tenía manera de comprobarlo ése día, aún así Luis Mario se ofreció a regalarle uno de Los pepcilindros que había en la parte alta de su anaquel, deben saber que todos queríamos uno, pero Luis Mario simplemente no sabía en qué manera darlos-regalarlos-rifarlos-sortearlos, según las niñas su amigo no aceptó nada. Sé que se lee como demasiadas coincidencias como serendipia, pero así fue, o así es como lo recuerdo, No pude no mencionar que ése día era mi cumpleaños, no me creyeron, y los entiendo era demasiado, pero lo comprobé al mostrar mi credencial y leer mi CURP. Al instante las niñas me cantaban las mañanitas como ellas las sabían, y me enterneció, me sentí pleno y querido, por unos extraños que no había visto por más de 1 año seguido, vamos pues que no había una amistad tan palpable con ninguno de los presentes, pero sí la camaradería.

Luis Mario me regaló un pepcilindro que con mucho gusto acepté, es rojo y aún lo cargo con muchos recuerdos líquidos, bebibles e hidratantes.

Mi cumpleaños 22 fue bellísimo, me sentí entero y listo para una nueva vuelta al sol.

Mis mejores 22 añitos.

5/2/10

Totalmente cerrado






Lograr hacer éste post no fue fácil, se puede decir que lo vine escribiendo sobre la marcha de unos años para acá.

Para ser sincero no he salido con un número si quiera dentro del promedio de un mocoso de mi edad, mi relaciones han sido pocas pero me agrada saber que en todas me divertí bastante y que si bien en algunas me toco sufrir un rato en otras no me tocó a mi; una de las razones es que realmente me cuesta un putaromadral de trabajo relacionarme con las personas, así en sero un chingo y dos montones al cuadrado del trabajo, con decirles que hasta me canso emocional y físicamente y eso sumado a que soy bien sangrón y me creo mucho, pos' está complicadón tener una relación y mantenerla, pero les aseguro que la persona que me prueba no me deja a menos de que yo la deje. Pero en una relación no fue así.

Una de mis relaciones más importantes (si no es que la más importante) terminó de una manera poco ortodoxa y así mismo comenzó, pero uno siempre piensa que va a durar un rato más aquel destello de felicidad compartida. Es que siempre he pensado que el amor de mi vida es aquella con la que salgo actualmente, es que simplemente cómo no podría serlo, no le veo caso salir con alguien sólo por la carne o sólo por la idea, a mi me tienen que conquistar ambas o nel, nada de nada de nada de nada. En fin, pues aquella relación no empezó tan diferente a las anteriores y posteriores; ella dio el primer paso entablando la conversación y soportando mis multiples desvarios, distracciones, pendejadas y verborrea, lo soportó todo, todo, hasta que la dejara plantada un par de veces, ella siempre volvía y estaba ahí para platicar cuando sabía que lo necesitaba. La ame. Pero me di cuenta cuando ya habíamos terminado, así de pendejo andaba con ella que cuando me di cuenta ya no estaba, ahora me evadía, me bloqueaba en el msn, me borraba del Hi5, cambiaba su ruta a sus clases para no pasar frente a donde me junto aún (ahora me junto yo conmigo porque pus no soy tan amiguero y soy algunas otras cosas más del segundo párrafo), a mi me daba risa, me enaltecía saber que ella tuvo que cambiar para que no nos doliera y no yo, pero la neta andaba congelado de dolor, catatónico pues.

Me dolió muchísimo, es que cómo no sentir dolor si sabía y sé que muchos de los momentos más felices de mi vida realmente los pasé con ella, que sin duda alguna ya hubiera terminado la carrera de no haber sido por la grave depresión en la que caí sin darme cuenta (nótece que no me doy cuenta de las cosas hasta que sangran) y me salí por un tiempo, que sólo fue para que repuntara la depre-melancolía, y así acumulé 1 año en total de recuperación sin escuela y sin nada ni nadie, literalmente. Ahora sé que no soy de piedra aunque quiera.

tuvimos una relación muy cercana y estrecha, muy de nosotros, aún cuando ella tenía su novia y la quería. Debe quedar claro que sinceramente a mi me importa muy poco que alguien con la que salgo esté saliendo con alguien más porque simplemente creo en la confianza y que el cariño está más allá de una falsa propiedad. total salíamos si se lo pedía, y hacíamos todo lo relevante en una relación amorosa. Pero un día de vacaciones todo terminó, así sin poder hacer nada porque ella ya lo había decidido (con ayuda de su celosa novia), le ofrecí mi amistad y no la quizo (creo que fue lo que más me dolió) y sólo me quedó decir: Sabes quiero que entiendas que nunca más vas a escuchar una plabara de mi hacia ti. Lo complí.

La busqué. La encontré. No sé porqué la busqué. Bueno, sí sé. Quería saber de ella, notarla diferente y contenta, superada conmigo o sin mi, pero mejor, sabía que éso me haría sentir mejor, pero igual me dolió cuando la ví con su novia, la misma novia, no pude evitar sentir tristeza, es que ni si qiera me vio y me partió la madre, la extrañaba un chingo y lo sabía pero era difícil, muy difícil, superarla; Es que hasta ibamos a ¡vivir juntos!, así valiendole madres su novia aceptó mi propuesta, y unas semanas después ya no había un nosotros.

Le había comprado un calendario de Van Gogh, con su pintura favorita:La noche estrellada, y ya no tuve oportunidad de dárselo, más bien ya no quise dárselo. Fue la primera mujer a la que le regalé algo hecho totalmente por mi, un lápiz "espacial" como ella los llamaba, un lápiz tallado a mano, con símbolos que nos yuxtaponían y al mismo tiempo nos unían. Adoraba como pintaba mi mundo, adoro tanto sus colores, los extraño tanto, y ahora los agradezco por haberlos visto, aunque me haya quedado con hambre.

Me gané cierta reputación entre mis amigos por haberle "quitado" lo gay a una lesbiana, me decían: ¡no mames gooei, le quitaste lo gay, éso no lo hace cualquiera!, la verdad éso no me hacía sentir mejor, para mi no era gay, sólo era el amor de mi vida.

Ahora me siento feliz, sumamente feliz, y es porque lo he decidido así, porque me di cuenta que la felicidad no llega de la nada ni te cae del cielo ni viene dentro de una manzana, soy feliz porque se me pega la gana y porque se siente chido.

Me siento bien para comenzar otra relación y que sea el amor de mi vida, una nueva etapa que abro por la puerta grande y con las cortinas más translucidas que tengo en casa, acomodando las flores del jardín, dándole un retoque a la fachada, acomodando los nuevos cuadros, limpiando el polvo de donde hace daño y horneando pan para los invitados. Son los mejores 22 años de mi vida y estoy listísimo para cerrar ésta vuelta al sol y visitar nuevos planetas.

Ahora más que nunca conozco mis defectos, y losexpongo como parte de lo especial que hay en mi, es que simplemente no sé qué haría si tuviera los mismos gustitos que la mayoría, seguramente sería tan invisible como la masa humana. Aún tengo mis máscaras, creo que me permiten sobrellevar la vida y actuar con cordura, pero cada día tienen una sonrisa menos fingida y más real.

Pes bien por el momento soy el hombre más feliz de mi planeta, y las piedras que traigo son más bellas y menos pesadas.

Que tengan bonita vida querid@s lectores

.






1/2/10

Some people have real problems



Ando de un humor que me recontracaga porque ni yo mismo me aguanto, siento que voy a explotar con toda ésta sarta de hormonas y mamadeces y sangroneces que me hacen ser tan lindo como vos.

No tengo ni puta idea de en dónde va a parar éste texto, sólo sé que es una idea que salió a pasear y que seguramente se tropezará con un chingo de piedras fantásticas y una que otra hueca.

Mi Luna sabe que algo no anda bien, estaba junto a mi sobre el brazo del sillón que está frente a la compu, pero optó por dejarme escribir y somatizar todito lo que ignoro. Por lo pronto mis dedos ya se empiezan a poner helados, siempre pasa cuando me pongo a escribir mucho, y se siente bien, como que se anestesian solitos y todo fluuuuuye suuuuaaaveeee.

Hoy el día empezó extraño, estoy seguro que tuve un sueño muy fantástico, algo así como la historia de Máscaras de matar, pero menos sangriento e igual de chido-liro, la emoción me duró unos segundos después de que mi prima más joven me despertara acompañada de su madre, e inmediatamente olvidé lo sucedido con mi inconsciente. Luego la grandiosa lluvia acompasando mis bellos recuerdos de “noséqué”, ¡¡¡Y LUEGO el TELÉFONO SONANDO!!!! Me recontraemputa hablar por teléfono, neta que no soporto hacerlo, no importa quién esté del otro lado, simplemente no soporto hacerlo, así que por favor si alguien ha pensado en hablar conmigo haga una cita y nos vemos de carne a carne acompañados de lo que sea menos de un TELÉFONO SONANDO y esperando que lo conteste, porque para colmo hoy no había nadie más para contestarlo que yo, y por cuestiones laborales pues tuve que hacerlo; ¿y quién era la que osó en llamar?, pues mi amiga que bien sabe que lo detesto, a la que no paro de decirle que me CAGA HABLAR POR TELÉFONO cada que puedo, pero ésta vez el mensaje de la cortísima y truncanda conversación no era para salir ni nada relacionado a “nosotros” sino con mi madre, NO MAMAR ¡¡¡porqué chingados no le llamó a ella!!!

Creo que me desperté muy sensible, espero que se me quite con un baño para no aventar muchas piedras al aire.